Karina Rodríguez / El Heraldo de Chihuahua
El director general del Colegio de Negocios, Luis Arturo Gómez, consideró en vez de legislar en torno al cobro de comisión por uso de tarjeta; se debió atacar el problema de raíz, porque son las instituciones financieras las que cobran por establecer una terminal en una empresa, cobran una mensualidad por su uso, el aparato, y todavía una comisión por lo que se venda.
Expuso que, previamente, este tema, si bien no estaba legislado, dentro de los contratos de las terminales punto de venta, es decir, cuando una institución financiera surtía este aparato a un comercio, en el contrato que firmaban se estipulaba que esa comisión que le cobra la institución financiera por cada boucher que se emite no debía ser transferida al cliente, esto es, que debía pagarla el negocio; no obstante, muchos no lo acataban.
“Los contratos de las instituciones financieras ya estipulan que las comisiones por el pago con tarjeta no deben ser transferidos al consumidor; sin embargo, muchos comercios lo hacían. Aunque ya existía en un contrato esa restricción, a las instituciones financieras no les convenía hacer válido ese contrato porque es la manera en la que ellos más ganan, o sea, el cobro fijo de la terminal es irrelevante, puesto que los bancos ganan una comisión por cada venta que se haga”, explicó.
Lo que se entiende –dijo-, es que ahora ya se legislará por medio de las leyes comerciales el hecho de que ya estaría estrictamente prohibido que los comercios trasladen esa comisión del pago con tarjeta a los clientes.
En este sentido, refirió que lo anterior es benéfico porque ya se hará valido algo que ya estaba establecido, aunque esta vez aplicándose sanciones.
“Ya se hará valido algo que estaba previamente establecido en un contrato, y ahora se legisla y contempla la aplicación de multas, lo que es bueno para el consumidor final, pero quien pagará la comisión es la empresa que deberá subir los precios entre un 2, 3, 4, 5% y al final de cuentas lo vendrá pagando tanto los clientes que paguen con tarjeta como en efectivo”, refirió.
Gómez manifestó que si se quería terminar con esto, se debería haber atacado el problema de raíz: “lo cierto es que las instituciones financieras son demasiado ambiciosas, porque si colocan una terminal en una empresa y cobran una mensualidad por su uso, el aparato, y todavía una comisión por lo que se venda, es algo exagerado”.
Por ello consideró que la legislación debería haber ido más en ese sentido, de decir a las instituciones financieras que si cobraran una comisión por cada pago con tarjeta, ésta no puede exceder el 1.5 por ciento, por ejemplo, porque quien se sigue enriqueciendo con todo y esta ley es la institución financiera.