Ricardo Holguín / El Heraldo de Chihuahua
Luego de que el pasado 14 de febrero, fuera localizado el cuerpo de Luis Delgado Arzate, y a su lado una fosa clandestina con dos cuerpos más, la Fiscalía General del Estado, informó que ambos cuerpos pertenecen a dos jóvenes que habían sido reportados como desaparecidos el pasado 5 de enero en El Sauz.
Se trata de Édgar Allan Quirarte Hernández y otro joven de nombre Jaime Rosas Herrera, quienes fueron reportados como desaparecidos ante las autoridades investigadoras, ya que perdieron toda comunicación con ellos y no contaban con información que pudiera abonar a su localización.
A través del trabajo de investigación de la Unidad de Personas Ausentes o Extraviadas y los datos que arrojaron los análisis y estudios científicos, se obtuvieron resultados de las huellas dactilares y odontología, que concordaron con las de las víctimas de nombres Edgar Allan Jaime y Jaime Rosas Herrera.
De acuerdo con el resultado de la necropsia de ley, la causa del fallecimiento de ambas víctimas fue laceración cerebral.
Las investigaciones ministeriales efectuadas por un equipo encabezado por agentes del Ministerio Público, policías de investigación, peritos y analistas continúan para identificar, a quien o quienes resulten responsables de estos homicidios y llevar a cabo su detención.
Parte de las primeras hipótesis que elaboró la corporación fue que uno de los restos localizados tenía una de las señas particulares muy similares a las de Jaime Rosas Herrera, ya que contaba con un tatuaje en el brazo izquierdo que podría agilizar su identificación, pero esto se mantiene aún en una teoría que aún no ha sido comprobada con estudios periciales.
Ambos jóvenes desaparecieron de la comunidad de El Sauz, al norte de la ciudad, donde hace un par de semanas se agravó la inseguridad en esa zona de la capital, por una supuesta disputa de robo de combustible, que cobró la vida de al menos cinco personas en un par de días.
Las autoridades obtuvieron información de que en la zona había una disputa entre dos bandas criminales, quienes buscaban el control de un ducto de Pemex, que pasa por la zona y que se convertía en ganancias para las mismas organizaciones, según las investigaciones generadas por la Fiscalía General del Estado.
Ambos cuerpos que fueron asegurados por los elementos de seguridad en avanzado estado de descomposición, además de ambos se encontraban desmembrados de todas sus extremidades.