El mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, arrasó en las elecciones presidenciales de este domingo y con 31 por ciento de los votos contados alcanzaba 82.9 por ciento de las preferencias, muy por encima de los tradicionales partidos Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) y Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda).
Hacia las 11.30 de la noche en El Salvador (misma hora en la Ciudad de México), Bukele estaba muy por encima del 7% de su más cercano perseguidor, el candidato del FMLN, Manuel Flores.
El plan de seguridad de Bukele, que ha logrado reducir a mínimos históricos los homicidios, también ha levantado señalamientos de excesos y violaciones a los derechos humanos y su participación en los comicios fue cuestionada porque la Constitución prohíbe la reelección inmediata.
Pero los votantes, hartos de décadas de inseguridad, dejaron de lado las críticas y premiaron al mandatario con una avalancha de votos que él calificó como un “récord en la historia democrática del mundo”.
“El pueblo salvadoreño habló y dijo: ‘queremos continuar el camino que llevamos’”, sostuvo Bukele en un discurso frente a sus simpatizantes desde el Palacio Nacional, un edificio neoclásico que fue sede del Congreso décadas atrás.
“Estamos a punto de ganar la guerra contra las pandillas“, agregó ante la algarabía de miles se simpatizantes que ondeaban las banderas azul y blanco de El Salvador y cian del partido oficialista Nuevas Ideas. “Seguiremos haciendo lo imposible y seguiremos demostrándole al mundo el ejemplo de El Salvador”.