En su primer discurso como presidente de Estados Unidos, Donald Trump anunció la declaración de una emergencia nacional en la frontera con México y la designación de los cárteles como organizaciones terroristas.
Dichas acciones ocurrirán mediante la firma de órdenes ejecutivas históricas para “la restauración completa de Estados Unidos y la revolución del sentido común”.
Reveló además que pronto cambiará el nombre del Golfo de México por Golfo de América.
Como comandante en jefe, dijo, defenderá a Estados Unidos de enemigos extranjeros “en un nivel como nunca se ha visto” mediante la invocación de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, con la que se podrá utilizar todo el poder de las fuerzas federales y estatales contra pandillas extranjeras y redes criminales.
Sentenció así que “la era dorada de Estados Unidos empieza en este instante”.
Tras la juramentación, Trump afirmó que bajo su mando EE.UU. florecerá y será respetado, para convertirse en envidia a nivel internacional.
El presidente convocó a recuperar la soberanía y restaurar la seguridad, además de equilibrar la justicia.
Donald Trump criticó que el gobierno anterior no pudo con ninguna sola crisis y dejó desprotegidos a sus ciudadanos, permitiendo el ingreso de presuntos delincuentes.
Lamentó además las consecuencias vigentes del huracán Helene y recientemente de los incendios en Los Ángeles, California.
Expuso que el sistema de salud público actual no cumple en tiempos de desastre, pese a los grandes recursos que recibe.
Expuso que declarará una emergencia nacional de energía para tener la mayor cantidad de petróleo y gas, a través de lo cual disminuirán los precios a nivel nacional.
Anunció también que terminará con las políticas verdes y el impulso a los autos eléctricos para que EE.UU. vuelva a hacer un país de manufactura de vehículos de gasolina.
Con información de López-Dóriga Digital