La promesa del Presidente electo Donald Trump de aprovechar su primer día en el cargo para imponer fuertes aranceles a productos de Canadá, México y China resonó en el mundo, y aumentó la posibilidad de que se produzcan conflictos comerciales a nivel internacional que podrían superar los de su primer mandato.
En el primer periodo del republicano en la Casa Blanca (2017-2021), sus tarifas provocaron múltiples disputas con varios actores.
La Unión Europea (UE), China, Canadá y otros Gobiernos impusieron aranceles a la soja, el whisky, el jugo de naranja y las motocicletas estadounidenses, lo que provocó que algunas exportaciones estadounidenses cayeran en picada.
Es probable que estos escenarios se repitan en mayor escala durante el segundo mandato de Trump, quien asumirá el 20 de enero.
Muchos Gobiernos y organismos extranjeros, como la UE, ya han estado elaborando listas de productos estadounidenses a los que podrían aplicar aranceles.
Los países también podrían responder permitiendo que sus monedas se devalúen frente al dólar, mitigando el efecto de las tarifas al hacer que sus exportaciones sean menos costosas para los compradores extranjeros.
China permitió que su moneda, el renminbi, se debilitara en 2018 y 2019 durante el primer mandato de Trump.
Una devaluación estratégica de la moneda china, que está estrictamente controlada por el Banco Central del país, podría permitir a Beijing impulsar las exportaciones, pero también podría amenazar la economía local, ya que llevaría a las empresas y hogares chinos a transferir dinero al exterior en lugar de invertir en la nación.
En general, la reacción del mercado global a las propuestas arancelarias de Trump fue moderada. En parte, eso puede reflejar la opinión de que la amenaza de aranceles puede servir como palanca en las negociaciones, según expertos.
Pero Edward Alden, un especialista en comercio del Consejo de Relaciones Exteriores, dijo que esta vez Trump ha mostrado una «aceptación mucho más fundamental de los aranceles como algo bueno».
«No hay duda de que habla en serio», dijo Alden sobre los aranceles.
«Es una de las promesas más importantes».
Bruselas reconoce que las amenazas de aranceles del 10 por ciento a todas las importaciones estadounidenses y del 60 por ciento a las de China son creíbles y no sólo retórica de campaña, apuntaron funcionarios de la UE.
El bloque de 27 países ya está considerando futuras áreas de cooperación con Trump que podrían aliviar o incluso eliminar el amago de tarifas.
Un campo posible es el gas natural licuado, que la UE podría importar más de Estados Unidos para aliviar el déficit comercial que preocupa al Presidente electo estadounidense.
«El hecho de que Europa no haya sido mencionada en el primer mensaje de Trump sobre aranceles podría ser una buena noticia. Sin embargo, los responsables políticos seguirán temiendo que sea cuestión de tiempo antes de que Trump dirija su atención al continente», apuntó Chris Turner, director de investigación para el Reino Unido y Europa en ING, según The Guardian.
Las acciones de los fabricantes de automóviles europeos cayeron el martes tras el anuncio de Trump: Stellantis, propietaria de Vauxhall, bajó un 4.7 por ciento, Volkswagen un 2.6 por ciento, y BMW un 1.5 por ciento.