El peso acumuló una pérdida de 5 por ciento frente al dólar a dos días de que el País celebrara elecciones federales, comicios en los que Claudia Sheinbaum se erigió como la primera virtual Presidenta de México y en los que Morena obtuvo una participación mayoritaria en el Congreso, lo que inyectó nerviosismo a los mercados ante la posibilidad del partido gobernante pueda modificar la Constitución.
La moneda mexicana ligó su segundo día de pérdidas y este martes culminó en 17.86 por dólar en el mercado internacional de divisas (Forex), una depreciación de 0.97 por ciento -o 17.24 de centavos- frente al cierre de ayer. En las últimas dos sesiones acumula una pérdida de 4.99 por ciento.
En los cambios en ventanillas bancarias, el dólar al menudeo cerró con un precio de 18.34 pesos, 23 centavos más que su valor de ayer y acumuló una depreciación de 5.10 por ciento tras los comicios federales.
Por su parte, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) recuperó algo de terreno al subir 3.24 por ciento este martes, luego de que ayer se hundiera 6.01 por ciento, su peor pérdida diaria desde el inicio de la pandemia del Covid-19.
Este martes, en un breve intento por calmar el nerviosismo de los inversionistas, Rogelio Ramírez de la O, Secretario de Hacienda, refrendó que él permanecerá en el cargo por tiempo “indefinido” en el nuevo Gobierno que iniciará en octubre y aseguró que la política económica estará enfocada en la estabilidad macroeconómica y la prudencia fiscal.
Sin embargo, analistas y casas de bolsa cuestionaron el mensaje de Secretario, ya que no dio detalles sobre el plan de la nueva Administración por reducir el déficit fiscal de 5 por ciento del PIB de este año (el mayor desde 1989) y conducirlo hacia un nivel de 2 o 3 por ciento hacia 2025.
Con lo anterior, la virtual Presidenta enfrenta el primer reto de su sexenio: convencer a los mercados de que su gestión mantendrá una disciplina fiscal y que no habrá agresivas reformas constitucionales a las leyes.
Según la proyección oficial, la coalición de Morena controlará dos tercios de la Cámara de Diputados, mientras que su votación para el Senado también está en el rango de una posible supermayoría.
El nuevo Congreso mexicano tomará funciones el 1 de septiembre próximo.
López Obrador propuso al Legislativo un polémico plan de reformas constitucionales para que jueces y magistrados sean electos por voto popular, y aumentar las pensiones que son administradas por fondos privados.
Víctor Ceja, economista en jefe de la firma financiera Valmex, afirmó que entre los cambios que podría aprobar un Congreso dominado por el oficialismo están “la eliminación de organismos autónomos (…) y restricciones a la participación privada en sectores estratégicos” como la energía.
“De aprobarse estos cambios, aumentaría la carga fiscal (para el Estado), lo que dificulta la disminución del déficit público, y la inflación podría permanecer elevada por un período prolongado”, explicó.