Redacción1
Camargo, Chih.— Mientras el semillero de talento juvenil en Camargo espera oportunidades, el equipo de los Mazorqueros parece mirar hacia fuera. Según información que ha trascendido en los últimas horas —y que fuentes cercanas al club han confirmado a este medio—, el equipo busca incorporar a Martín Eduardo Chico, jugador menor que actualmente se encuentra en UACJ en Juárez.
La intención es clara: suplir la baja de Oscar Ramos, quien sufrió una fractura en la nariz y estará fuera de competencia durante el resto del torneo. Chico ya se habría integrado a los entrenamientos del equipo, aunque por el momento se encuentra aún en Juárez.
Sin embargo, hay un detalle que no puede pasarse por alto: la Asociación Estatal de Béisbol no ha recibido aún una solicitud oficial de traspaso ni movimiento en el sistema de libre tránsito chihuahuense, por parte de los jurisdiccionales de Camargo y Juárez. Es decir, el jugador no puede ver acción oficialmente con Mazorqueros… al menos por ahora.
Pero más allá del trámite pendiente, la pregunta es obligada:
¿En serio no había un solo jugador menor de Camargo con el nivel, la actitud y el compromiso para tomar ese lugar?
Esta decisión, que aún no ha sido anunciada oficialmente por el club ni por la asociación estatal, abre la discusión sobre el respaldo —o la falta de éste— al talento local, particularmente a los jóvenes que han venido formándose dentro del municipio y que aspiran a vestir con orgullo la casaca de Mazorqueros.
Si bien la competitividad es un objetivo legítimo en el deporte, el mensaje que se manda al traer refuerzos foráneos a nivel juvenil puede resultar contraproducente para el desarrollo deportivo en casa. ¿Cómo motivar a los futuros talentos si, cuando llega la oportunidad, la puerta se abre para alguien más?
La historia de Martín Eduardo Chico aún está en desarrollo, al igual que los movimientos administrativos que determinarán si puede debutar con Mazorqueros. Pero lo que ya es un hecho —y no necesita confirmación oficial—, es que Camargo tiene jóvenes con hambre de jugar… pero parece que no todos tienen las mismas oportunidades.
