
Mantienen mismo nivel desde el término del ciclo anterior
Antonio Ordaz/El Diario
A pesar del paso de seis meses, las presas más importantes de la región centro sur del estado, como la Francisco I. Madero (Las Vírgenes) y La Boquilla, no han registrado ninguna recuperación en sus niveles de agua, esta situación es una muestra clara de la extrema sequía que afecta a la zona, donde agricultores y comunidades dependen en gran medida de estos cuerpos de agua.
De acuerdo con datos oficiales, en noviembre de 2024 la presa La Boquilla se encontraba al 15.73% de su capacidad, con 447 millones de metros cúbicos, mientras que Las Vírgenes tenía un 11.55%, es decir, 38.50 millones.
Actualmente, La Boquilla bajó a 14.77% con 420 millones y Las Vírgenes subió mínimamente a 11.69% con 38.97 millones de metros cúbicos, lo que evidencia que no ha habido una recuperación significativa.
Ante esta situación, el agricultor Mariano Jáquez, expresó su preocupación y frustración, “no tenemos agua, ¿de dónde les damos? no estamos ni siquiera regando nosotros, Las Vírgenes tiene como 15 millones de metros cúbicos, Boquilla como 400 pero ya no le sale, no la queremos usar ni para el uso urbano, menos para mandarles, además de que no les llegaría nada”, comentó, refiriéndose a las declaraciones recientes de la presidenta Claudia Sheinbaum, sobre el pago de agua a Estados Unidos y su supuesta falta de impacto a los productores.
Los agricultores locales han insistido en que la situación actual pone en riesgo tanto el ciclo agrícola como el abastecimiento urbano, ya que el nivel de las presas no es suficiente ni siquiera para cubrir las necesidades básicas, además, el temor por un posible envío de agua a Estados Unidos bajo el tratado internacional ha generado más tensión entre los productores.
A pesar del panorama complicado, existe una esperanza de que este año se presenten más lluvias que en 2024, lo que podría aliviar un poco la crisis, sin embargo, mientras eso ocurre, la sequía continúa golpeando fuerte al campo chihuahuense y mantiene en incertidumbre a quienes dependen del agua para trabajar y vivir.
