Carlos Maldonado
Llegó de Chihuahua como estudiante-atleta para la década de los 80, pero en 1995 comenzó a forjar una leyenda para el baloncesto de las Águilas como entrenador y hoy en El Nido le rinden tributo
Hace 30 años, Michael Jordan, sacudía el mundo con un Fax con la leyenda “I’m Back” con la cual anunciaba su vuelta al ruedo para ponerle fin a su primer retiro del basquetbol; hace 30 años Oasis y su álbum “What’s The Story Morning Glory?” regalaban el soundtrack de toda una generación; y en las Águilas de la Universidad Popular Autónoma del Estado Puebla (UPAEP), Javier Ceniceros, asumía como entrenador y encargado del programa de basquetbol.
Tres décadas después, Jordan y su marca siguen vigentes en el deporte; Oasis se ha reunido de nuevo para una segunda vuelta tras una separación de 15 años; y Javier Ceniceros, quien el jueves recibió los honores en el gimnasio del campus central de la UPAEP, hoy conocido como El Nido de las Águilas, sigue planeando cómo ensanchar la vitrina de trofeos de la universidad que lo becó como atleta-estudiante y más tarde le brindó la oportunidad de entrenar.
Sí, nada mal para una aventura que el también conocido como “El Greñas” puso en marcha hace 30 años con un tercer lugar nacional en su estreno como coach.
El de Chihuahua, máximo ganador como estratega dentro de la rama femenil de la Asociación de Basquetbol Estudiantil (ABE) con tres campeonatos, es responsable de 19 títulos nacionales, 18 subcampeonatos y 10 medallas de bronce para el basquetbol estudiantil de las Águilas UPAEP.
Pero el verdadero impacto como entrenador de Javier Ceniceros en la UPAEP se mide a través de la influencia en sus pupilos, ninguno en cuanto a reflectores se refiere como Gustavo “El Titán” Ayón, el segundo mexicano en ganar la Euroliga, la Champions League del basquetbol a nivel de clubes en Europa y a quien “El Greñas” le enseñó cómo moverse, cómo jugar al basquetbol.
Así que cuando pocos apostaban en las Águilas por Gustavo, Javier aseguró por allá de 2003 que aquel joven de Nayarit se iba a convertir en el mejor jugador de la UPAEP y no sólo eso… se hizo un “Titán” que alcanzó a jugar en la NBA, se convirtió en seleccionado nacional y vistió más tarde la camiseta del Real Madrid Basquetbol, donde se consagró en el deporte ráfaga del Viejo Continente.
“Yo le vi estatura, estaba muy grande y tenía buena coordinación, en eso me di cuenta de inmediato. Me arriesgué y les dije: ‘Gustavo va ser nuestro mejor jugador en dos años’, y resultó y vemos lo que ahora es: un jugador muy importante”, dijo en su momento Javier Ceniceros a EFE.
“Les dije que el chico venía de un pueblo muy pequeño del estado de Nayarit, y necesitaba que le diéramos todo”, recalcó y no se equivocó.
Por esto y más, la UAPEP y las Águilas arrancaron el jueves en El Nido las celebraciones por sus bodas de perlas con “El Greñas”, pues el entrenador se trata de un hombre emblema de la universidad, significa un antes y un después para el deporte insignia rojiblanco… el baloncesto, el cual no se entiende ni se comprende sin Javier Ceniceros.
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