Carlos Maldonado
Empresarios del sector petrolero y gasífero de Estados Unidos expresaron su inconformidad con el tope al precio de la gasolina en México y solicitaron al Gobierno de Donald Trump la apertura de un panel de controversia en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para que el Gobierno Mexicano modifique su política energética.
Por Tiempo
En una carta enviada hace una semana a Jamieson Greer, Representante Comercial de Estados Unidos, el Instituto Americano del Petróleo (API) denunció lo que califica como prácticas comerciales desleales por parte de México.
Según la agrupación, el Gobierno mexicano prioriza a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), afectando la competencia en el sector.
El API argumenta que las reformas constitucionales aprobadas el 28 de noviembre de 2024 han complicado aún más la inversión extranjera en el sector energético mexicano. La normativa obliga a las empresas privadas a asociarse con Pemex para operar en el país, lo que según los empresarios estadounidenses desincentiva la inversión directa.
Además, señalaron que la desaparición de los organismos reguladores autónomos en México y su integración en la Secretaría de Energía (Sener), bajo control gubernamental, representa un obstáculo adicional para la transparencia y competencia en el sector.
El organismo también criticó la política de precios fijos para la gasolina y denunció trabas en la emisión de permisos para la importación de combustibles y otros productos derivados del petróleo. Según el API, estas restricciones afectan directamente a las refinerías estadounidenses, limitando su capacidad para abastecer el mercado mexicano.
Asimismo, alertaron sobre impedimentos para la inversión en infraestructura, como terminales de almacenamiento y estaciones de servicio, lo que, afirman, restringe el suministro energético en Norteamérica y afecta a consumidores y fabricantes en Estados Unidos.
Ante esta situación, el API instó al Gobierno de Trump a utilizar los mecanismos del T-MEC para impulsar un panel de resolución de controversias contra México, con el fin de revertir lo que consideran una política energética proteccionista y perjudicial para la inversión extranjera.
