Especialista en temas de agua asegura que ya no responde a los retos actuales
Venessa Rivas
Urge una nueva Ley General de Agua, porque la Ley de Aguas Nacionales está totalmente rebasada y no responde a las realidades actuales; tampoco atiende la mitigación de los efectos del cambio climático y los fenómenos hidrometeorológicos, aseguró el doctor Kamel Athie Flores, especialistas en temas del agua.
Hay que señalar que el Frente Campesino de Chihuahua, liderado por Mario Lerma Sáenz también coincide con esta situación y se han dado a la tarea de construir una propuesta para una nueva Ley de Aguas Nacionales.
El doctor Kamel Athie asegura que la ley está obsoleta debido a que no contiene medidas eficaces para dar solución a la cada vez menor disponibilidad de agua.
El especialista hace referencia, en su artículo denominado “Hacia un nuevo marco legal e institucional del agua” , que la Ley de Aguas Nacionales se encuentra vigente desde 1992 y el marco legal que rige la gestión hídrica y los usos del agua en México está estrechamente vinculado a las formas de tenencia de la tierra.
Dijo que con la LAN se reguló el funcionamiento de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), creada en 1989, pero también se logró avanzar en el tema de gobernanza del agua, al considerar la participación de los productores en el cuidado del agua y la conservación de la infraestructura, mediante la creación de algunas figuras organizativas tales como los consejos de cuenca (en ellos se integran las comisiones y comités de cuenca y subcuenca), la organización y participación de usuarios y la sociedad, el Consejo Consultivo del Agua, los módulos de riego, las unidades de riego y los comités de aguas subterráneas (Cotas).
Reconoció el esfuerzo que están haciendo actualmente los productores organizados en los módulos de riego para darle mantenimiento y conservación a la infraestructura hidráulica de los 86 distritos de riego del país, cuya infraestructura está muy deteriorada por los ancestrales rezagos en la inversión.
Kamel Athie atribuye que la gobernanza del agua decayó debido a que se fueron adelgazando las estructuras gubernamentales, donde no se tiene capacidad para realizar la revisión necesaria.
Ante ello, consideró que la LAN está totalmente rebasada y ante las nuevas realidades de menor disponibilidad, es necesario normar y reglamentar con criterios de racionalización y eficiencia los usos del agua, tanto de la superficial como de la subterránea.
De la misma manera señaló que debe emitirse una ley específica que garantice el uso personal y doméstico del agua al que se refiere el artículo 4° constitucional. La ley debe precisar claramente las responsabilidades entre las esferas de gobierno (federal, estatal y municipal), quedando claro que la autoridad del agua es de carácter federal. La ley vigente no lo precisa, lo cual explica los grandes rezagos en agua potable y saneamiento.
En materia de inversiones públicas y financiamiento, la nueva ley deberá establecer mecanismos de participación entre los ámbitos de competencia, combinando recursos para cofinanciar y operar sistemas de agua potable y saneamiento.