Dejó sin atención hospitalaria a 400 empleados desde el 1 de enero
Rolando Nájera | El Diario
Chihuahua, Chih.- Mientras que autoridades de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Chihuahua guardan silencio con relación a la suspensión del servicio médico de 400 derechohabientes, crece el temor y la incertidumbre entre las personas afectadas.
“¿Cómo es posible que tengan trabajando a sus empleados en una planta de alto riesgo sin servicio médico?”, expresó una de las perjudicadas, quien pidió guardar su identidad por temor a represalias.
El Diario intentó comunicarse con autoridades de Pemex, pero su respuesta fue que sólo dan información a través de la plataforma de transparencia.
Sin embargo, fuentes al interior revelaron que altos mandos, liderados por el superintendente José Cruz Hernández, se reunieron para ver cómo resolver el problema, en atención a la Cláusula 95 del Contrato Colectivo de Trabajo 2023-2025.
De acuerdo con esta cláusula: “Cualquier queja que los trabajadores, los jubilados o sus familiares, presenten por faltas o deficiencias en los servicios a que se contrae este capítulo, que preste el patrón de manera directa o indirecta, previa averiguación y comprobación de la misma, el patrón se obliga a corregirla y subsanarla de inmediato.
Para la investigación de las quejas, se constituirá: la Comisión Mixta Central de los Servicios Médicos en la Ciudad de México, y en cada centro de trabajo de los servicios de salud, se integrará una Comisión Mixta Local.
La estructura, funciones, obligaciones y atribuciones de las citadas comisiones, se establecen en el anexo 12”.
Las personas quejosas recordaron que hace casi 37 años, un 24 de mayo, pero de 1988, la ciudad de Chihuahua estuvo a punto de sufrir una catástrofe de dimensiones incalculables por una explosión en Pemex.
“Eran las 10:10 de la mañana cuando estalló en llamas el tanque número 14 de la planta ubicada en las avenidas Agustín Melgar y De las industrias, el cual contenía más de cuatro millones de litros de diáfano”, compartió la fuente.
De acuerdo con los hechos presentados en medios de información, tras el siniestro, el lugar permaneció encendido por más de ocho horas, con llamas que alcanzaron más de cincuenta metros de altura, lo que obligó a que personas residentes de más diez colonias aledañas fueran desalojadas.
“Eso fue una pesadilla que no queremos volver a vivir y es más la preocupación ante la incertidumbre que tenemos por la suspensión del servicio médico”, argumentó otra persona afectada.