El exdirector de Pemex incentivó a Hunter Biden y a los directivos de Burisma a explorar “otras líneas de negocio” para incursionar en México, plan que continuó tras su salida de la empresa petrolera en 2016
Juan Luis Ramos / El Sol de México
El exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, propuso a Hunter Biden y sus socios de Burisma explorar otras líneas de negocio de Pemex, más allá de la exploración y producción de hidrocarburos, para privatizar.
“Más allá de las oportunidades del petróleo y el gas, Pemex también está privatizando varios de sus grandes proyectos de infraestructura”, dice un correo redactado por el hijo del presidente de Estados Unidos unos días después de haberse reunido con Lozoya y directivos de Pemex.
De acuerdo con los correos a los que El Sol de México tuvo acceso, Burisma, a empresa ucraniana de la que Biden era socio, analizó la privatización de otros negocios de Pemex, como una planta de coquización, así como hospitales y su infraestructura de telecomunicaciones, esto por sugerencia del propio Lozoya.
“Emilio (el CEO) fue claro en que deberíamos explorar estas otras líneas de negocio para ver dónde podríamos tener interés en atraer compradores/operadores potenciales”, detalló Biden en el correo.
Incluso, el directivo habló de empujar a la fintech E-Plata, fundada por Miguel Alemán Magnani, para que fuera la plataforma de pago para los empleados de Pemex.
El proyecto fue parte de las negociaciones de Biden y sus socios con Lozoya para aprovechar la oportunidad de la privatización de Pemex tras la reforma energética de 2013.
Habían pasado unos meses desde que México abrió la exploración y explotación de hidrocarburos a empresas internacionales por primera vez en 75 años, gracias a la reforma energética de 2013, y Lozoya ya recibía en su oficina a empresarios de Estados Unidos, Ucrania y nacionales que buscaban aprovechar la “ oportunidad de privatización de Pemex”.
El 27 de febrero de 2015, el exdirector de Pemex recibió a una comitiva de inversionistas estadounidenses encabezada por Hunter Biden con la finalidad de privatizar Pemex.
El hijo del presidente estadounidense Joe Biden —quien en ese entonces era vicepresidente— tenía el respaldo de uno de los empresarios mexicanos más reconocidos en ese momento, Miguel Alemán Magnani, entonces CEO de Interjet, empresa que dominaba los cielos nacionales.
“Creo que sería útil enlistar acciones inmediatas, que son necesarias para poder aprovechar la oportunidad de la privatización de Pemex”, dice un correo previo que envió Biden a Alemán, así como a Jeff Cooper y Devon Archer, éste último compañero del hijo del presidente estadounidense en el Consejo de Administración de Burisma, una compañía de gas de Ucrania.
Previo a dicha reunión, Cooper, un abogado que había estado trabajando en acuerdos de energía en México y otras partes de América Latina, envió un correo a Biden donde le informó sobre el cabildeo de reuniones con el entonces titular de la Secretaría de Energía (Sener), Pedro Joaquín Coldwell.