El presidente electo Donald Trump ha hablado duramente sobre la inmigración antes, pero esta vez se siente diferente
Agencia Reforma
Los inmigrantes sin estatus legal o en familias de estatus mixto están evitando salir en público en EU, apresurándose a solicitar asilo y asistiendo a talleres legales antes del regreso de Donald Trump al poder, temerosos de ser arrastrados por la prometida campaña de deportación masiva del Presidente electo.
Trump ha dicho que ordenaría la mayor expulsión de migrantes en la historia de su país, llevando a la gente a preguntarse qué puede hacer, si es que puede hacer algo, para protegerse.
«Hay mucho miedo, mucha preocupación», dijo Lizeth Chacón, directora del Proyecto de Defensa de los Trabajadores, en Texas.Aunque Trump ha propuesto anteriormente enérgicas medidas en la frontera, muchos abogados de inmigración y activistas de derechos civiles dicen que esta vez las cosas se sienten diferentes, con el Presidente electo comprometiéndose a ir tras hasta 20 millones de personas. Muchas de las personas que podrían ser blanco han vivido en EU con distintos grados de protección durante años o incluso décadas. Y asumirá el cargo como ex Presidente.
Trump ha citado el número récord de personas que ingresaron ilegalmente al País durante la Administración Biden como justificación para un esfuerzo de deportación. Millones de personas llegaron a EU en los últimos cuatro años, pero son sólo una fracción de la población indocumentada total del país, incluyendo a muchos que fueron llevados cuando eran niños. Otros son refugiados de conflictos extranjeros en Ucrania y Afganistán que llegaron bajo un programa improvisado de la Administración Biden diseñado para darles entrada rápida.
Muchos inmigrantes creen que no serán blanco de Trump porque no son criminales. Algunos dicen tener esperanzas de que la Presidencia de Trump incluso mejore la economía y sus perspectivas laborales, pero otros se preparan para lo peor, señalan abogados y defensores de la inmigración.
Preocupación en familias de estatus mixto
Yvonne Sánchez, una ama de casa en los suburbios de Milwaukee, ha comenzado a tomar medidas para preparar a sus cinco hijos en caso de que las autoridades arresten a su esposo, un inmigrante mexicano que se encuentra ilegalmente en el país y el único sostén de la familia.
Su esposo tiene casi 30 años de trabajar en EU y aunque Yvonne es ciudadana estadounidense y la pareja tiene 13 años de casada, ella no puede ayudar a su esposo para obtener la tarjeta verde, que otorga residencia permanente en EU, porque él cruzó ilegalmente al país. Eso lo haría particularmente vulnerable en un esfuerzo de deportación masiva.Ha considerado trasladar preventivamente a toda su familia a México, aunque ella y sus hijos no hablan español, y está preparando documentos para que sus hijos comprueben que son ciudadanos estadounidenses. También está recopilando documentación que prueba el matrimonio de la pareja y el historial laboral de su esposo para poder defenderse si el Gobierno intenta deportarlo sin juicio, algo permitido sólo si un inmigrante no puede demostrar que ha vivido en EU más de dos años.»¿Debo simplemente dar un beso de despedida a mi marido? ¿Hasta dónde va a llegar esto?», se preguntó Sánchez.A aproximadamente seis semanas del día de la toma de posesión, los grupos de derechos civiles están reuniendo recursos para brindar educación sobre «Conozca sus Derechos» y advirtiendo a los inmigrantes que nunca abran la puerta a un extraño. Los inmigrantes que ingresaron ilegalmente al país están haciendo listas por si se da el peor de los casos, para asegurarse de que si desaparecen repentinamente alguien tenga llaves de su casa, una copia de la factura de su auto y acceso a las escuelas de sus hijos. Las familias de estatus mixto están considerando si deben separarse o irse juntas si un integrante es deportado.»Le estoy aconsejando a la gente que se asegure de que sus asuntos estén en orden», expuso Lily Axelrod, abogada de inmigración en Memphis, Tennessee. «Si tienes hijos, asegúrate de que sus situaciones de tutela y custodia estén en orden si en el peor de los casos quedas detenido».Incluso ciudadanos estadounidenses y poseedores de tarjetas verdes la han estado llamando, temerosos de que su legitimidad pueda ser cuestionada o revocada.
Tema emblemático de Trump
Ilda Hernández, una agente de seguros de vida, indicó que siempre ha estado preocupada por la situación de su esposo, quien llegó ilegalmente a EU de Honduras en el 2006. La pareja, que tiene dos hijas en edad escolar, no puede pagar el costoso proceso de obtener la documentación para su esposo, a pesar de que Hernández es ciudadana estadounidense. Incluso si evitara la deportación, las amenazas de expulsión podrían obligarlo a quedarse en casa y no realizar su trabajo como instalador de pisos que mantiene a la familia.Pero Ilda aseguró que no estaba demasiado preocupada por la expulsión de su esposo del país porque las deportaciones masivas no fueron una característica del primer mandato de Trump. La pareja esperaba que los políticos hubieran facilitado la obtención del estatus legal en EU, pero se vieron decepcionados, contó. Luego, la dirección de la economía la convirtió en partidaria de Trump.En su primer mandato, Trump deportó a unas 325 mil personas que habían estado viviendo en el país ilegalmente, arroja un análisis del Instituto de Política Migratoria, comparado con unas 140 mil durante el Gobierno de Biden. El ex Presidente Barack Obama, a quien los partidarios de la inmigración se referían como el «deportador en jefe», deportó a unos 1.2 millones durante sus dos mandatos.Desde la década de 1950, no se ha hecho algún esfuerzo por arrestar en masa a personas que viven en EU, cuando aproximadamente un millón de personas, algunas ciudadanos estadounidenses, fueron arrestadas en redadas gubernamentales.Los nuevos asesores de inmigración de Trump han dicho que planean centrarse principalmente en inmigrantes con antecedentes penales y aquellos a quienes un tribunal ya ordenó su deportación, pero que aún no habían sido detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EU. Sin embargo, no son los únicos blancos.Aproximadamente 860 mil inmigrantes viven en EU con una forma de protección contra la deportación llamada Estatus de Protección Temporal, otorgada a personas cuyos países se consideran demasiado peligrosos para regresar. Trump ha prometido no renovar esas protecciones, otorgadas a personas de países como Venezuela, Haití y Honduras. La primera serie de protecciones, que cubre a 239 mil inmigrantes de El Salvador que han vivido en EU desde el 2001, expirará en marzo.Cientos de miles más han entrado al país bajo la Administración Biden con un permiso explícito, al habérseles concedido una forma de estatus temporal llamado libertad condicional humanitaria. Trump también ha prometido quitarles sus protecciones.