Solo en el sector ganadero se destinaron 59.3 millones de pesos para las campañas de detección de brucelosis y tuberculosis
Venessa Rivas / El Heraldo de Chihuahua
Un incremento del 200 por ciento se registró en el presupuesto destinado a las campañas sanitarias,a fin de apoyar a los productores del sector primario, informó el doctor Enrique Sánchez Granillo, secretario técnico de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR).
El doctor Sánchez Granillo destacó que solo en el sector ganadero se destinaron 59.3 millones de pesos para las campañas de detección de brucelosis y tuberculosis, dos de las enfermedades en las que Chihuahua trabaja para lograr su erradicación.
Se realizaron pruebas de detección a más de 130 mil cabezas de ganado. Hay que recordar que durante el primer trimestre del año 2024 se cerró la frontera a exportación debido a la detección de unos casos de ganado con aftas.
Por su parte, el secretario de Desarrollo Rural, Mauro Parada Muñoz destacó que seguirán trabajando en la sanidad debido a que con el cambio climático, la entidad es muy susceptible a empezar a padecer plagas que antes no existían.
“Podemos tener algunas plagas que solo se tienen en el sur del país, debido a que ya tenemos mayores condiciones de calor, por lo que mantendremos buena comunicación con Senasica”.
El secretario de Desarrollo Rural mencionó que hay muchos productos que transitan por Chihuahua con fines de exportación, por lo que se seguirán fortaleciendo los puntos de inspección y verificación.
El doctor Enrique Sánchez Granillo mencionó que el presupuesto del 2024 benefició a 126 mil productores agropecuarios con las campañas sanitarias para la aplicación de pruebas y el control de plagas.
Destacó que una de las prioridades de la entidad es mantener la sanidad e inocuidad de los productos chihuahuenses, mediante la aplicación de agentes de control biológico en 95 mil hectáreas de cultivos.
El secretario técnico de la dependencia, Enrique Sánchez Granillo dijo que se realizaron campañas, talleres y capacitaciones, que permitieron mantener las condiciones adecuadas para que los agricultores pudieran comercializar sus productos a mejores precios.
“Se trabaja directamente para proteger los alimentos que aquí producimos, al reducir los riesgos sanitarios se genera un entorno de mayor seguridad y bienestar para los productores y por supuesto, para el consumidor final”, indicó Sánchez Granillo.